Testimonios
Maca te cuento mi experiencia con el huevito. Creo que cuando me comentaste los diferentes huevos y cómo me podían ayudar, todo en mi pedía la obsidiana. Llegué a esta sanación buscando poder enfrentar y curar mis heridas luego de un abuso, pero también de reconectarme conmigo, con mis ancestras. Vivo en una casa familiar muy antigua, donde comparto espacio con mis familiares que ya partieron pero que aún siguen aquí y su presencia era muy fuerte, como si me quisieran decir algo. Cuando partí con la obsidiana tenía un poco de miedo, no solo por lo que quería trabajar, sino por aquellas cosas bloqueadas que no sabía que existían. Los sueños fueron muy distintos usandola y me ayudaron a darme cuenta que si bien, mi pasado vive en mi, no me determina, y soy yo la que decide qué puedo hacer y cómo enfrentarme al mundo. Tras algunos meses la piedra me hizo cuestionarme vínculos y hablar con personas con esa sensación de necesitar vomitar pensamientos bloqueados. Entre esos vomitos de verdad, estaba la necesidad de hablar con mi abusador, decirle lo que me había hecho y cómo al reconstruirme él dejaba de tener poder sobre mí, lo comencé a ver pequeño. Tras intensas conversaciones y cuando ya me sentía en calma (tras varios meses de constante caos) el huevo salió de mí, como diciendo que al menos, esta etapa ya estaba cumplida. Agradezco la forma en que me llevó a reconectarme conmigo, con mis recuerdos y emociones, a dejar fluir lo que tenía bloqueado y escuchar, escuchar mis ritmos. Cuando me sentí tranquila conmigo, mis ancestras dejaron de agobiarme, no solo yo estaba calma, también lo estaba mi entorno.
Gracias por todo, estoy demasiado entusiasmada esperando mi huevo de cuarzo rosa, para seguir reconstruyendome desde el amor 🙂
