Una mínima pincelada de la sexualidad sagrada

El primer acercamiento real que tuve con la sexualidad a un grado más profundo o exploratorio fue con la eyaculación femenina, de la que nadie hablaba mucho hace 14 años atrás. Después con la menstruación consciente, con el respeto al útero y tantas cosas.

Cuando cabra chica la intimidad es más compartida, nadie nos enseña tan en profundidad lo que significa portar un útero y muchas veces el sexo es un poco sin sentido, sin tanto “amor”, un deporte o algo así, desconectado completamente el útero del corazón.

Y desde que me abrí a ser terapeuta, un mundo completamente nuevo se desplegó ante mis ojos y corazón, en el cual cada cosa que ha pasado ha sido con un propósito demasiado claro, muy en conexión con lo que quiero, soy y busco y uno de ellos fue conocer un poco más sobre la sexualidad femenina sagrada, que me parece buena idea compartir con hombres y mujeres, para empezar a “hacer el amor” o a “autocultivarnos” de manera más consciente y verdadera.

Hace unos 500 años atrás, la mujer olvidó que podía tener orgasmos. Su útero se desconectó del corazón, porque comenzó a ser “la mujer de….” ya no era ella la protagonista de su vida, ahora ella era parte de la vida de otros. Destrozaron las comunidades en que las mujeres trabajaban juntas, criaban a las guagas entre todas y se colaboraban, pues ahora enemistaron a mujeres y las hicieron vivir bajo roles super marcados, como lo son la mujer “intachable” y la “puta”.

Desde hace años que nos vienen obligando a tener “las piernas cerradas”, nuestras abuelas y madres nos repetían una y mil veces que tener las piernas abiertas era una pésima señal. Así fuimos apretando las vaginas, cerrando las vulvas y comenzamos a tener úteros muy rígidos, desconectados del corazón y del cerebro. Nos olvidamos que éste es un órgano vivo, palpitante y expansivo, pero con todas estas represiones, nos volvimos mujeres de úteros rígidos que  además dan a luz seres rígidos (gravísimo).

En la actualidad, aun tenemos a mujeres con úteros espásticos sin conexión con el circuito cerebral, el cual emite la orden para tener placer. Es aquí cuando la sexualidad sagrada analiza este momento y en conjunción con la misma tierra que ha impulsado el despertar y el comenzar a respirar nuevos cambios, es que hay una tendencia a retomar la honra de la mujer, bajo la activación de los úteros, de sus conexiones y de las sanaciones de nuestros linajes. No es posible que sigamos cargando con todo el dolor que sufrieron nuestras ancestras, es tiempo de hacer limpiezas energéticas desde nosotras hacia atrás y hacia adelante.

Hoy queremos que la vida fluya entre el útero, el corazón y nuestra mente superior, así sumergirnos en el circuito del placer femenino para reconocer nuestras inteligencias múltiples que son a nivel de mente, corazón y estómago.

Esta zona del útero según los Taoistas es llamada “El Caldero Sagrado”, donde se encuentra el fuego femenino y se gesta el calor mágico que sube encendiendo el corazón, llegando a la glándula pineal y pituitaria, reactivando todo el circuito energético eléctrico que envuelve nuestros cuerpos de luz.

El placer se convierte en el camino de activación del goce y la meditación, las cosas no van por separado, es decir, efectivamente somos la puta pero al mismo tiempo la mujer intachable.

La idea es que tanto hombres como mujeres nos hagamos cargo de nosotros mismos, de mirarnos, saber quienes somos, qué queremos, no obligarnos a nada, perder el miedo a los cambios. Ser conscientes de nuestros limites y hacer del sexo una vía alquímica que nos permitirá despertar.

La sexualidad es la vida completa, una danza del universo manifestándose permanentemente, donde existe femenino y masculino, energías universales y dualidad. Desde donde nacen las danzas que se complementan a todo lo anterior para dar vida a los hijos, a los proyectos, a las obras de arte o a cualquier creación. … Si yo me creo, puedo crear belleza….

En los óvulos descansa la fuerza de nuestras ancestras y en nuestras lunas es bueno respirar muy conscientemente esa fuerza uterina para que se impregne nuestro templo conectado a la sabiduría de la tierra y del universo.

Cuando una mujer decide compartir su sexualidad con un compañero, es fundamental que su caldero sagrado (útero) suba su nivel de frecuencia y con ello que la mujer sea consciente de sus óvulos y de la expansión de su útero y esto se da en gran parte, cuando el compañero sexual de aquella mujer toma su rol protagónico, cual fogonero del tren a carbón.

Así es, el compañero sexual será nuestro “fogonero”, el encargado de ir poniendo de a poco el carbón en nuestro caldero mágico y mientras mas encendido, la energía orgásmica aumentará la frecuencia eléctrica y comenzará a desarrollarse la alquimia interna de la mujer, la cual permitirá su preparación para el ingreso del hombre en el cuerpo femenino y así la mujer se convierta en una “atanor” (espacio donde la alquimia se lleva a cabo). Ésta era una herramienta que usaban los alquimistas en la cual se media el fuego y el plomo era convertido en oro. Efectivamente! eso genera el sexo, convierte tu plomo interno y el de tu pareja sexual en oro.

RESPIRACIONES

La respiración ascendente es la técnica básica de la sexualidad sagrada, permite que la energía suba el corazón, la glándula pineal y La Corona. Así cambia la calidad del acto sexual o de la masturbación tanto para hombres como mujeres.

Para que una mujer la experimente, debe imaginar que respira desde el útero hacia arriba, primero hasta el corazón, luego baja la energía con la exhalación hasta el útero, luego vuelve a inhalar y sube la energía hasta la glándula pineal, la vuelve a bajar a la zona sexual para una vez mas inhalar la energía hasta La Corona, justo en ese momento la mujer imagina que desde La Corona se abre una flor de loto de millones de pétalos y vuelve a llevar su energía con la exhalación hacia el útero.

Muy importante: Los compañeros sexuales pueden abrazarse y respirar de esta forma sin necesidad de hacer el amor. Sólo con esta respiración quedarán interconectados, sintiendo cosas muy distintas.

Además tu compañero sexual puede ser quien tu decidas, no es necesario ser pareja, sino alguien con quien tengas ganas de experimentar tu sexualidad sagrada.

 

AUTOCULTIVO

Antes éramos muchas las que hablábamos de “los caseros”, como puede pasar tanto tiempo sin “tirar”?, está bien, nadie quiere compromisos, pero no puede faltar la pareja para el sexo.

Pero resulta que la cosa era mucho más interesante que tener al amiguito disponible, la conexión era con nosotras mismas y no nos habíamos dado cuenta. Pues cuando una persona decide cultivar su propio jardín y mantenerlo húmedo, la masturbación se vuelve del todo placentera y consciente.

Desde allí cultivamos la conexión a la vida y la creatividad, cultivo la fuerza, me reconozco, sabré quien soy, activaré mi circuito interno donde están unidas Ida y Pingala (culebras energéticas femeninas y masculinas que nos interconectan) a través de la respiración ascendente.

En la masturbación consciente, al igual que el acto sexual sagrado, me convierto en la maga o mago de mi vida, conectado con la tierra, el cielo y el tronco del árbol de la vida.

Los hombres pueden retener la eyaculación apretando la próstata externa. Tanto ellos como ellas podrán elevar la respiración cuando sientan el orgasmo o climax, hasta el octavo chakra y desde ahí bajar la respiración al corazón, luego se debe poner una mano en el corazón y la otra en el ombligo para cerrar energéticamente y quedar en nosotros mismos.

 

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